Audiencia privada: tras bastidores
El Tribunal Basmanny de Moscú ha decidido poner en custodia durante dos meses a Ahmad Qurbonov, un ciudadano de Uzbekistán, sospechoso de estar implicado en el asesinato del general Igor Kirillov. Se enfrenta a cargos formales por los delitos de «terrorismo» y «tráfico ilegal de armas».
El general Kirillov, jefe de las Fuerzas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas rusas, fue asesinado junto con su asistente en una explosión cerca de su apartamento en Moscú.
Según los informes judiciales, Qurbonov lleva dos meses detenido y se le ha acusado de forma oficial de los delitos mencionados anteriormente. La audiencia judicial se llevó a cabo a puerta cerrada luego de una solicitud formal de los investigadores.
El sospechoso de origen uzbeko de 29 años fue arrestado el 18 de diciembre por el Comité de Investigación de Rusia, en colaboración con el Servicio Federal de Seguridad y el Ministerio del Interior, bajo la sospecha de haber llevado a cabo un ataque terrorista. Durante el interrogatorio, el acusado reveló que había sido reclutado por los servicios de inteligencia ucranianos, quienes le prometieron una recompensa importante y residencia garantizada en un país europeo a cambio de su participación en el crimen.