Hungría

Defensores alemanes de la «Wilkommenskultur» piden controles fronterizos con Hungría

Los arquitectos de la desastrosa «Wilkommenskultur» alemana parecen haber redescubierto finalmente la importancia de los controles fronterizos y de seguridad, si bien de manera un tanto selectiva.

Los medios de comunicación y el panorama político de izquierdas europeos han estado en plena campaña para condenar los planes del gobierno húngaro de incluir a ciudadanos rusos y bielorrusos, así como de otras nacionalidades, en su programa de Tarjeta Nacional, que ya lleva mucho tiempo en marcha. Las noticias sobre espías y saboteadores que entran en la UE a través de Hungría han aparecido en las portadas de toda Europa.

El ministro de Asuntos Exteriores, Péter Szijjártó, había calificado estas noticias de «mentira infantil» y explicó que la verdad es que «Los ciudadanos rusos y bielorrusos todavía pueden entrar en Hungría, y por tanto en el espacio Schengen, solo con un visado, y solo pueden obtener un permiso de residencia de conformidad con el procedimiento establecido por la ley, tras un procedimiento llevado a cabo por la Dirección General de Extranjería».

«Estos procedimientos y la concesión de permisos de residencia son competencia nacional según las normas europeas», explicó el ministro.

Sin embargo, esto no impidió que decenas de políticos se subieran al carro de los medios de comunicación, afirmando que los ciudadanos rusos y bielorrusos entrarían en masa a la UE a través de Hungría sin ningún control.

El grupo de políticos que más se quejó de las amenazas a la seguridad que se infiltran en Europa a través de Hungría provino de Alemania, a pesar de que el país ha aplicado una política de fronteras abiertas durante casi una década, permitiendo la entrada de millones de inmigrantes sin control ni verificación que luego cometieron numerosos ataques terroristas, violencia sexual e incidentes antisemitas. Según se informó, el líder del Partido Popular Europeo (PPE), Manfred Weber (CSU), supuestamente se puso a despotricar afirmando que «Los espías y asesinos de Putin ya han causado mucho daño en la UE y Alemania» y pidieron «consecuencias».

La ministra del Interior alemana Nancy Faeser (SPD), una de las defensoras más entusiastas de la apertura de fronteras y de la política de inmigración masiva ilimitada, también se quejó del «riesgo de espionaje y sabotaje ruso» en relación con el sistema de la Tarjeta Nacional húngara, y pidió a los países de la UE que aumentaran la protección en lugar de crear «puertas de entrada potenciales». El nuevo sistema de visados ​​ha causado alarma incluso entre los Verdes alemanes, que en los últimos diez años no parecieron descubrir ninguna correlación entre los millones de inmigrantes que llegan sin control a Alemania y las vertiginosas cifras de delincuencia. Sin embargo, ahora, el diputado del Partido Verde Marcel Emmerich habría pedido «controles de visados ​​exhaustivos y estrictos», ya que la flexibilización prevista de las normas de entrada en Hungría estaba «causando gran preocupación y podría requerir medidas».

En qué consiste esta acción lo explicó nada menos que el ministro del Interior de Brandeburgo, Michael Stübgen (CDU), completando así el espectro político alemán. Según se informa, Stübgen ha pedido «controles en todas las fronteras de la UE con Hungría», y ha proporcionado con prontitud la opinión jurídica necesaria para confirmar que esto es realmente posible según la legislación de la UE. Pidió a los vecinos de Hungría en la UE, Austria, Croacia, Eslovaquia y Rumanía, que consideraran sus opciones en este asunto.

Al parecer, los comentaristas húngaros no son los únicos que tienen la impresión de que Stübgen defiende políticas de protección fronteriza equivocadas y se dedica a la hipocresía política. Un grupo de jóvenes activistas alemanes pro-inmigración ha elegido al político de la CDU como «ministro de deportaciones de 2023» durante una noche de gala en Berlín.

Según las estadísticas, en Alemania viven entre 3,5 y 4 millones de rusos étnicos, de los cuales más de un cuarto de millón tienen la ciudadanía rusa. Esta cifra es casi tres veces superior a la de España (94,000), que ocupa el segundo puesto, y unas 42 veces superior a la de Hungría (6,200). Dada la enorme disparidad en las cifras, resulta sorprendente que el panorama político alemán señale al unísono a Hungría como el único país de Europa que exige controles fronterizos para impedir que supuestos agentes rusos cometan infracciones de seguridad.

Vía ZDF; Imagen destacada: Pixabay

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Esta noticia fue tomada de esta fuente y eescrita por inteligencia artificial..

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