Educador turco-kirguís secuestrado condenado por terrorismo en Turquía
Orhan Inandi, un hombre de origen turco-kirguiso, se encontraba viviendo en Kirguistán desde 1995 antes de ser secuestrado por agentes turcos en la ciudad de Bishkek. Inandi, quien posee la doble ciudadanía turca-kirguisa, ha desaparecido desde el 31 de mayo de 2021, generando gran preocupación en la comunidad internacional.
Desde su llegada a Kirguistán, Inandi se había establecido como un empresario exitoso y respetado. Durante más de 25 años, había contribuido activamente al desarrollo económico del país y había establecido numerosos negocios en diferentes sectores.
Las circunstancias que rodean el secuestro de Inandi aún no están del todo claras, pero se cree que agentes turcos están implicados en su desaparición. Inandi había expresado previamente cierta inquietud acerca de su seguridad, ya que había recibido amenazas tanto en Kirguistán como en otros países.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por el caso de Inandi y ha instado a las autoridades turcas y kirguisas a investigar su desaparición. Varios países, así como organizaciones de derechos humanos, han solicitado a ambas naciones que colaboren en la búsqueda y esclarecimiento de los hechos.
La doble ciudadanía de Inandi ha llevado a un mayor interés por parte de los gobiernos de Turquía y Kirguistán. Han surgido preguntas sobre la posible motivación política detrás de su secuestro, ya que Inandi había criticado públicamente al gobierno turco en el pasado y había mostrado su apoyo a movimientos opositores.
Ante esta situación, la comunidad internacional y los defensores de los derechos humanos han instado a que se garantice la seguridad y la integridad de Inandi, y a que se respeten sus derechos fundamentales. Asimismo, han solicitado una investigación transparente y exhaustiva para esclarecer su desaparición y llevar a los responsables ante la justicia.
La desaparición de Orhan Inandi es un caso que ha generado gran preocupación, no solo por su historia personal, sino también por el impacto en la relación entre Turquía y Kirguistán. La comunidad internacional sigue atenta a los avances en la investigación y espera que se haga justicia en este caso preocupante.
