El ascenso de Kazajstán como potencia intermedia en la geopolítica regional
Kazajstán está demostrando su papel como potencia media en el escenario global a través de una diplomacia estratégica, un fuerte crecimiento económico y un liderazgo regional en Asia Central. En un artículo reciente, el académico sueco Svante E. Cornell destaca cómo Kazajstán está redefiniendo su papel en la región y en el mundo.
Según Cornell, una potencia media es un país con influencia significativa a nivel mundial, aunque no sea una superpotencia. Kazajstán ha logrado este estatus gracias a su economía desarrollada, su política exterior proactiva y su liderazgo en la cooperación regional. Además, el país ha apostado por reformas internas que refuerzan su posición como potencia media.
La estrategia exterior de Kazajstán se centra en mantener un equilibrio positivo entre las grandes potencias, como Rusia y China, al mismo tiempo que fortalece sus relaciones con otras potencias mundiales. Esta política ha permitido a Kazajstán desempeñar un papel clave en la cooperación regional en Asia Central y en la promoción de iniciativas internacionales, como el desarme nuclear.
Las reformas internas lideradas por el presidente Kassym-Jomart Tokayev buscan modernizar el país de manera controlada, fortaleciendo el estado de derecho y promoviendo la responsabilidad en temas como la violencia contra las mujeres y los niños. Sin embargo, Kazajstán también enfrenta desafíos, tanto externos como internos, que requieren una gestión cuidadosa para mantener su posición como potencia media.
En resumen, Kazajstán está consolidando su papel como potencia media en el escenario global a través de su diplomacia estratégica, su crecimiento económico y su liderazgo regional en Asia Central. Su enfoque en la cooperación regional, la promoción del orden internacional y las reformas internas lo posicionan como un actor clave en la región y en el mundo.
