¿El carbón como motor del crecimiento en China ante la desaceleración económica?
El gobierno de Mongolia se está preparando para el año 2025 con planes ambiciosos de crecimiento económico. El presupuesto propuesto, presentado al Parlamento el mes pasado, describe un gasto récord en infraestructura, respaldado por proyecciones optimistas para el sector minero. En el centro de esta estrategia está el objetivo del país de aumentar las exportaciones de carbón en un 20% para alcanzar las 83 millones de toneladas.
Junto con el aumento de la producción de cobre, oro y mineral de hierro, este aumento de las exportaciones de carbón constituye la columna vertebral del plan de ingresos del gobierno.
Sin embargo, estos objetivos audaces dependen de la capacidad de Mongolia para sortear las complejidades de los mercados externos, en particular la desaceleración económica de China. En un momento en que China, el principal socio comercial de Mongolia, enfrenta un crecimiento más lento y una menor demanda de materias primas, surgen dudas sobre la viabilidad de los ambiciosos objetivos de crecimiento de Ulaanbaatar. Se dice que algunas empresas mineras privadas de carbón están teniendo dificultades para vender carbón mediante licitaciones abiertas, ya que los compradores chinos adoptan una actitud cautelosa ante posibles caídas de precios.