El Frente Polisario: ¿un grupo terrorista en el norte de África?
El conflicto en el Sahara Occidental vuelve a ser centro de atención internacional, emergiendo como una disputa regional y una arena crítica en la lucha por el poder global. Lo que antes era visto como un enfrentamiento entre Marruecos y el Frente Polisario separatista ahora representa una amenaza directa para la seguridad de Estados Unidos y sus intereses geopolíticos. El Frente Polisario, que se presenta como un movimiento de liberación, opera de facto como un grupo paramilitar involucrado en radicalización, tráfico de armas y alianzas con objetivos estratégicos de naciones como Irán y Rusia.
Marruecos es uno de los socios regionales más cercanos de Estados Unidos y un aliado importante. La relación es mutuamente beneficiosa, y Marruecos ve a los Estados Unidos como un aliado confiable que desempeña un papel vital en el mantenimiento de la paz regional. En 2020, el presidente Donald Trump rompió con la neutralidad de Estados Unidos al reconocer la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental. Sin embargo, esta acción puede ser insuficiente, y designar al Frente Polisario como una Organización Terrorista Extranjera (FTO) sería el siguiente paso lógico.
El Polisario no solo viola los acuerdos de alto el fuego, sino que también desvía la ayuda humanitaria, trafica armas, mantiene vínculos con grupos terroristas como Hezbolá y el PKK, y ha adquirido drones con apoyo iraní. Estas actividades van más allá del separatismo y representan una amenaza para la seguridad en la región. Estados Unidos debe tomar medidas para enfrentar esta situación y respaldar a Marruecos, que sigue siendo un pilar de estabilidad en la región.
La designación del Frente Polisario como una organización terrorista tendría efectos prácticos significativos, como el congelamiento de activos financieros del grupo, la interrupción de las relaciones con Irán y otros estados hostiles, la disminución del flujo de armas en la región, el fortalecimiento de la cooperación de inteligencia entre Marruecos y Estados Unidos, y la exposición de las verdaderas intenciones del Polisario.
En última instancia, el Sahara Occidental no es solo un problema local, sino un punto de encuentro para el terrorismo, la geopolítica y el acceso a recursos clave. Reconocer al Frente Polisario como una organización terrorista es esencial para defender los intereses de Estados Unidos y enviar una señal clara a aliados y adversarios de que Washington está comprometido con sus socios estratégicos en la región.
