El impacto de las tendencias demográficas en la competitividad de la UE.
Un reciente artículo de la Fundación de Investigación Económica Oeconomus analiza los desafíos de una sociedad que envejece y el vínculo entre la disminución de la población en edad de trabajar y la competitividad de los países en el mercado global, centrándose en la situación en Hungría.
Los países desarrollados, incluidos los de la UE, están buscando respuestas a este problema demográfico. A pesar del crecimiento poblacional en el siglo XX, nos enfrentamos actualmente a una desaceleración del crecimiento demográfico. Los nacimientos están cayendo en los países industrializados, mientras que siguen aumentando en África.
Según las previsiones de las Naciones Unidas, en 2050 el número de personas mayores de 65 años alcanzará los 1.600 millones en todo el mundo. En Europa, el número de personas mayores superará al de personas menores de 20 años en 2030, y la edad media de la población mundial aumentará de 30 a 36 en 2050.
Hungría no es ajena a esta tendencia del mundo desarrollado, con desafíos como una tasa de natalidad en descenso y una sociedad que envejece. A pesar de medidas de política familiar que han aliviado la presión demográfica, la Oficina Central de Estadística de Hungría advierte que, de no haberse mejorado la tasa de fertilidad, se habrían perdido 178,000 niños entre 2011 y 2023.
En cuanto a la solución, la Comisión Europea ha desarrollado una propuesta que se basa en cuatro pilares: facilitar el equilibrio entre la vida familiar y el trabajo, mejorar el mercado laboral y las oportunidades de vida de los jóvenes, preservar el bienestar de los mayores y movilizar el talento joven, permitiendo la inmigración legal para aliviar la escasez de mano de obra.
Las tendencias demográficas ejercen presión sobre las políticas públicas, la economía y el mercado laboral. La digitalización y la automatización pueden aumentar la productividad, pero dependen de la inversión empresarial y la formación de la fuerza laboral. Se espera que Hungría desarrolle más herramientas demográficas durante su presidencia en la UE para abordar estos desafíos.
