El ministro János Lázár promueve la transparencia en la calidad de los alimentos
El ministro de Construcción y Transporte de Hungría, János Lázár, ha expresado su preocupación por las discrepancias en la composición de la bebida Fanta en comparación con otros países europeos. Según informes recientes, estas diferencias han generado fuertes reacciones por parte del ministro, quien ha criticado a las empresas alimentarias extranjeras por vender productos de calidad inferior a los consumidores húngaros.
La compañía Coca-Cola, en respuesta a la polémica, ha reconocido que las formulaciones de Fanta varían en toda Europa, citando diferencias en el contenido de jugo de fruta y niveles de azúcar que se ajustan a las regulaciones locales y los esfuerzos en curso para reducir el contenido de azúcar. Aseguraron que el empaque en cada país refleja las especificaciones locales del producto para brindar información transparente a los consumidores.
La polémica surgió después de que un periódico húngaro notara diferencias significativas en la calidad de Fanta vendida en Italia en comparación con la vendida en Hungría. Esta disparidad ha indignado a los consumidores húngaros, quienes han cuestionado tanto el sabor como la apariencia del producto. János Lázár expresó su indignación en las redes sociales, destacando que la calidad de los productos alimentarios disponibles en las tiendas es fundamental para la salud de los húngaros.
El ministro ha criticado a los organismos reguladores por no proteger adecuadamente los intereses de los consumidores y ha exigido una aplicación más estricta de las normas de calidad de los alimentos. También ha señalado las disparidades en la calidad de los productos entre las cadenas multinacionales de supermercados, acusándolas de potencialmente suministrar productos de calidad inferior a Hungría en comparación con Europa occidental, lo que representa un riesgo para la salud.
En este sentido, János Lázár aboga por medidas contundentes para proteger la salud de los consumidores y garantizar la transparencia y seguridad en la industria alimentaria. Su postura refleja las preocupaciones más amplias que existen en Hungría sobre la integridad de los productos alimentarios disponibles en el mercado, y resalta la necesidad de una mayor supervisión regulatoria en este sector.
