El movimiento juvenil kazajo exige acción sobre el legado nuclear en la ONU
Las organizaciones de la sociedad civil kazajas fueron las protagonistas en la tercera reunión de los estados al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPNW) del 3 al 7 de marzo en Nueva York, instando a las Naciones Unidas a tomar medidas para las comunidades nucleares. La delegación entregó declaraciones y recomendaciones poderosas, solicitando un compromiso global con la justicia y el desarme.
Abogando por la justicia nuclear, la Qazaq Nuclear Frontline Coalition (QNFC) organizó paneles de discusión, proyectó documentales y organizó foros que amplificaron las voces de las comunidades nucleares. Yerdaulet Rakhmatulla, cofundador de QNFC, resaltó la importancia del compromiso cívico independiente.
La coalición también presentó un documento detallando el impacto humano y ambiental a largo plazo de más de 400 pruebas nucleares en el sitio de pruebas nucleares de Semipalatinsk entre 1949 y 1989, proporcionando recomendaciones políticas sobre asistencia a las víctimas, remediación ambiental y cooperación internacional.
Aigerim Seitenova, cofundadora de QNFC, presentó una declaración el 4 de marzo instando a abordar las consecuencias duraderas de las pruebas nucleares en el 3MSP. La declaración resaltó la urgente necesidad de que Kazajstán modernice su marco legal sobre asistencia y compensación a las víctimas. Seitenova también pidió la creación de un fondo fiduciario internacional para apoyar a los afectados por armas nucleares.
En la reunión, se discutió la necesidad de educar e involucrar a los jóvenes en el desarme nuclear, así como la importancia de documentar y compartir el legado nuclear a través de documentales como «Quiero vivir» y «Jara».
Las voces de las comunidades nucleares resonaron en la ONU, destacando la necesidad de justicia nuclear, reformas de políticas y fortalecimiento de los mecanismos de desarme internacional. La lucha por un mundo libre de armas nucleares continúa, con la esperanza de un futuro más seguro y justo para todas las comunidades afectadas.
