El poder del perdón: ¿El trono lo perdona todo?
Después de 52 años de reinar, la Reina Isabel II de Dinamarca, Margrethe, ha firmado el documento de «abdicación» durante una reunión del Consejo de Estado. Este acto simbólico tuvo lugar en el Palacio de Christiansborg en la capital, Copenhague, y cedió su trono a su hijo, el príncipe heredero Frederik. Tras esta reunión, el príncipe heredero, de 55 años, fue anunciado como el nuevo rey del país, donde será conocido como el rey Federico X.
En una declaración sorpresa en la víspera de Año Nuevo, la Reina Margarita anunció que «entregaría su trono a su hijo», dejando asombrada a toda la nación. Su esposa, María, de origen australiano, será conocida como reina, mientras que Margrethe no entregó su corona.
Las razones detrás de esta repentina decisión incluyen su deseo de salvar su matrimonio. Desde que su historia de amor con la socialité mexicana Genoveva Casanova fue capturada por los paparazzi en Madrid el mes pasado, el príncipe heredero Frederik se ha esforzado por salvar su relación. Además, la reina se sometió a una importante cirugía de espalda el año pasado.
El nuevo rey Federico X de Dinamarca asumirá su posición en el parlamento como rey después de este traspaso de poder.
