Empoderamiento femenino y eficiencia energética: la clave del progreso
La industria energética sigue siendo uno de los sectores con menor diversidad de género, a pesar de ser fundamental para el desarrollo sostenible y el progreso global. A pesar de los esfuerzos por impulsar la participación femenina, persisten barreras estructurales y culturales que impiden a las mujeres ingresar al campo de la energía limpia. Esto se refleja en la falta de representación en roles de liderazgo y en las brechas salariales que aún existen.
La discriminación de género no solo plantea preocupaciones de equidad, sino que también impide la contribución de soluciones innovadoras e inclusivas que las mujeres pueden aportar. La paridad de género en la fuerza laboral podría aumentar el PIB de Asia central en un 23%, y la integración de las mujeres en la transición energética podría ayudar a combatir el cambio climático y garantizar la seguridad energética en la región.
A pesar de que la transición hacia una economía más verde podría generar millones de empleos, las disparidades de género persisten en el sector energético. Las mujeres solo representan el 20% de la fuerza laboral energética y enfrentan limitaciones en el acceso a energía renovable, lo que afecta sus oportunidades de empleo y su salud.
Es fundamental que los gobiernos se comprometan a promover la diversidad de género en el sector energético, especialmente a medida que se acerca el plazo para lograr la igualdad de género en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Iniciativas como las premiaciones a «Mujeres en el sector de la energía renovable» en Kazajstán son pasos en la dirección correcta, pero se necesitan más oportunidades para que las mujeres participen plenamente en el desarrollo energético.
Los gobiernos deben liderar la integración de la perspectiva de género en las políticas energéticas y promover el acceso de las mujeres a educación en áreas STEM relacionadas con la transición energética. Solo así se podrá lograr la paridad de género en el sector energético y aprovechar al máximo el potencial de la población femenina en Asia Central.
