Envejecimiento digno: repensando los recortes de pensiones en Kazajstán
El tema de los jubilados y su seguridad financiera es cada vez más relevante en Kazajstán. Con el gobierno proponiendo limitar los pagos de pensiones para los jubilados que trabajan, se ha generado un debate y preocupación en la sociedad.
Según datos oficiales, el número de jubilados en Kazajstán es de 2.413 millones de personas, con una pensión promedio de 131,810 Tenge (US $ 250). Sin embargo, la falta de información precisa sobre el número de jubilados que trabajan complica la planificación y el desarrollo de políticas efectivas.
Muchos jubilados se ven obligados a seguir trabajando debido a la insuficiencia de los fondos de pensiones para cubrir sus gastos de vida. Además, se han reportado casos de jubilados siendo víctimas de estafas financieras y pirámides digitales en un intento por aumentar sus ingresos.
La cultura tradicional kazaja fomenta el cuidado de los padres mayores por parte de los hijos, pero la tendencia a vivir separados está en aumento, lo que plantea la pregunta sobre la capacidad de los hijos de apoyar financieramente a sus padres mayores.
Este problema no solo afecta a los jubilados y su derecho a una vejez digna, sino que también tiene implicaciones en la economía, la estabilidad laboral y social, y la división generacional. Las generaciones X e Y enfrentan el desafío de apoyar a los baby boomers envejecidos y a los Zoomers desempleados, lo que plantea interrogantes sobre el futuro de las pensiones y la estabilidad económica en Kazajstán.
El autor de este artículo, Ainur Yesbossynova, destaca la complejidad y la importancia de abordar esta problemática para garantizar el bienestar de los jubilados y la estabilidad financiera del país.
