Funcionarios de Kirguistán ignoran leyes ambientales en cantera confiscada que alimenta proyecto de mascota presidencial
Las autoridades de Kirguistán están siendo acusadas de eludir las leyes ambientales para construir nuevas instalaciones de producción en una cantera de arena ubicada en las afueras de la capital, Biskek. A pesar de que inicialmente se incautó la cantera con el pretexto de protección ambiental, ahora se están construyendo nuevas instalaciones en el sitio, y la mina está suministrando materiales para al menos un importante desarrollo residencial respaldado por el presidente Sadyr Japarov, según una investigación de RFE/RL.
Los residentes locales han expresado preocupación por el aumento de la contaminación del aire debido a las actividades mineras en la cantera, que está ubicada en una zona residencial. Activistas ambientales, residentes y un legislador de la oposición advierten que la construcción de dos nuevas fábricas en el sitio de 67 hectáreas empeorará la notoria contaminación del aire en la ciudad.
La empresa privada cuyas operaciones en la cantera fueron tomadas por el estado acusa al gobierno de Japarov de ingeniar la toma para suministrar arena y grava baratas a proyectos de construcción estatales. A pesar de negar esta afirmación, RFE/RL observó camiones de carga transportando grava desde la cantera a uno de estos proyectos: un desarrollo residencial de $200 millones respaldado por Japarov.
El presidente de Kirguistán ha enfrentado críticas de organismos anticorrupción por disminuir la transparencia gubernamental y debilitar el estado de derecho desde que asumió el cargo en octubre de 2020. Además, se ha señalado que asociados del presidente y su hijo se benefician financieramente de contratos estatales y proyectos de infraestructura.
Los residentes preocupados han expresado que la contaminación del aire se ha vuelto insoportable debido a las actividades en la cantera, y se teme que la construcción de nuevas fábricas empeore la situación. La falta de estudios ambientales independientes sobre la cantera ha generado preocupación sobre el aumento de la contaminación del aire y la disminución de las reservas de agua subterránea en la zona.
A pesar de las críticas y las denuncias, las operaciones continúan en la cantera y en la fábrica de concreto-asfalto, a pesar de que fue cerrada brevemente por el gobierno. El gobierno ha extendido un decreto que justifica la toma del sitio hasta agosto de este año, alegando que era necesario eliminar violaciones ambientales que amenazan la vida y la salud de las personas.
La situación ha generado preocupación entre los residentes y activistas ambientales, quienes temen las consecuencias a largo plazo de las actividades en la cantera. A pesar de las críticas y las investigaciones periodísticas que han revelado presuntas irregularidades, las autoridades parecen estar avanzando con la construcción de nuevas fábricas en el sitio, lo que sigue generando preocupación en la población local.