Hungría expulsa a refugiados en el Día Nacional
A partir del 20 de agosto, el gobierno húngaro dejará de prestar ayuda a los refugiados alojados en diversos alojamientos, un cambio que afecta a miles de refugiados de Transcarpatia, incluidas muchas familias romaníes húngaras. Estos refugiados, que huyeron de Ucrania al comienzo de la guerra, se ven ahora obligados a abandonar sus refugios en todo el país debido a un decreto gubernamental emitido durante el verano. Irónicamente, su doble nacionalidad podría ser el obstáculo para recibir más ayuda, que antes los apoyaba con alojamiento y estipendios.
Decenas de niños desalojados de refugios temporales
En un refugio de emergencia en Ercsi, 110 personas, la mitad de ellas niños, están siendo desalojadas de sus hogares temporales, Telex escribe En sus informes, un hombre romaní explicó que regresar a Ucrania no era una opción, ya que los hombres serían reclutados y enviados a la guerra. Sin alternativas viables, estas familias se encuentran en un estado de impotencia y algunas de ellas están pensando en ir a dormir a las estaciones de tren de Budapest.
En junio, el gobierno anunciado Dos cambios clave:
La ayuda ahora está restringida a los refugiados de áreas directamente afectadas por operaciones militares en Ucrania, excluyendo efectivamente a aquellos de regiones como Transcarpatia.
A partir del 21 de agosto, toda la ayuda se canalizará exclusivamente a través del Servicio de Beneficencia de Malta, excluyendo a otras organizaciones de ayuda.
Encontrar alojamiento es prácticamente imposible para los refugiados
Los refugiados de Transcarpatia tuvieron poco tiempo para responder. Muchos desconocían los plazos o sus apelaciones fueron rechazadas. Sin fondos para regresar a sus hogares y con una discriminación generalizada en materia de vivienda, encontrar alojamiento alternativo se ha vuelto casi imposible para estas familias desplazadas.
Si bien el gobierno justifica estos recortes como una medida de ahorro de costos, grupos de defensa como el Comité Húngaro de Helsinki advierten de las graves consecuencias. Argumentan que
Semejante retiro repentino del apoyo es inhumano, especialmente porque Hungría se presenta como un protector de los valores familiares y un aliado de los húngaros étnicos en el extranjero.
Para el gobierno, son húngaros más allá de la frontera, gitanos en Hungría.
El destino de los que se quedaron atrás sigue siendo incierto. Si bien el Servicio de Beneficencia de Malta seguirá apoyando a algunos refugiados, los que han sido excluidos, muchos de los cuales son romaníes húngaros marginados, se ven obligados a valerse por sí mismos. Las acciones del gobierno parecen contradecir su retórica de apoyo a los húngaros étnicos y a sus familias, lo que pone en duda sus compromisos humanitarios mientras miles de personas se ven empujadas a quedarse sin hogar en vísperas de las celebraciones del Día Nacional de Hungría.