Israel no se detiene: Terrorismo en los asentamientos ocupados
La administración de Tel Aviv está llevando a cabo una política de asentamiento de ocupantes israelíes en zonas de mayoría palestina, especialmente en Cisjordania y Jerusalén. Esta política, respaldada por el ejército y la policía israelí, ha llevado a ataques contra palestinos, destrucción de olivares y la escritura de grafitis racistas en vehículos. El objetivo es claro: intimidar a los palestinos para que abandonen sus tierras y establecer un control absoluto. A pesar de las reacciones internacionales, Israel sigue adelante con la construcción de nuevas viviendas ilegales, sin prestar atención a las masacres cometidas en Gaza.
Los asentamientos de ocupantes israelíes en Palestina comenzaron después de la guerra de 1967, cuando Israel ocupó Cisjordania y Jerusalén Este. A lo largo de los años, el número de ocupantes judíos ha aumentado considerablemente, llegando a 650.000 en la actualidad. Estos ocupantes llevan a cabo ataques contra los palestinos, con el objetivo de intimidarlos y forzarlos a abandonar sus tierras.
Estos asentamientos ilegales son vistos por la comunidad internacional como un obstáculo para la paz en la región. A pesar de las críticas, Israel continúa con su política de ocupación y asentamientos. Los palestinos consideran estas acciones como una forma de colonialismo, mientras que Israel las justifica como una forma de proteger a su pueblo.
Los asentamientos de ocupación siguen siendo un tema de gran controversia y un obstáculo importante en el camino hacia una solución de dos Estados. Mientras tanto, los palestinos continúan su lucha por la independencia y la libertad en sus propias tierras.
