Kazajistán: Centro de la metalurgia en la Edad del Bronce, según arqueólogo
Las tribus de la cultura Andronovo que vivían en el territorio del Kazajistán moderno alcanzaron un alto nivel en metalurgia y artesanía en la Edad del Bronce, según la arqueóloga kazaja y especialista en cultura Andronovo Emma Usmanova durante una conferencia en Karagandy, organizada por el proyecto multimedia Qalam Global.
Usmanova destacó que la cultura Andronovo del segundo milenio a.C. se extendió por un gran territorio desde los Urales del Sur hasta Siberia occidental y Tayikistán, con su centro situado en el territorio de Kazajstán. Eran expertos metalúrgicos que desarrollaron depósitos de cobre, estaño y otros metales.
En la región de Karagandá, el asentamiento de Taldysai se convirtió en un importante centro de producción metalúrgica, donde se estableció la extracción de cobre y la fundición de minerales, convirtiendo a la región en un proveedor clave de productos de bronce para muchas regiones del continente euroasiático.
Según Usmanova, los minerales oxidados como la malaquita y la cuprita se convirtieron en la base para la producción de productos de bronce en Kazajstán durante la Edad del Bronce, lo que cambió el curso de la historia. La metalurgia no solo era un oficio en la cultura Andronovo, sino que se consideraba un regalo sagrado, con los mineros y metalúrgicos teniendo un alto estatus social.
Uno de los logros más importantes de la cultura Andronovo fueron los hornos de cuba utilizados para fundir minerales de sulfuro, lo que permitió producir bronce de alta calidad y dio un gran impulso al comercio y las exportaciones. Los productos metálicos producidos en Kazajstán se exportaban a varias partes de Asia Central, e incluso al territorio de la Ucrania moderna, demostrando las relaciones comerciales altamente desarrolladas de la cultura Andronovo con otros pueblos.
Además de la metalurgia, la cultura Andronovo también vio el desarrollo de otras artesanías esenciales, como la fabricación de armas, la alfarería y el tejido. La metalurgia en Kazajstán durante la Edad del Bronce fue un factor clave en el desarrollo económico y cultural de la región, así como en su participación en el comercio internacional.
