La ambición carbonífera de China continúa: la COP28 no detendrá su deseo de carbón de Mongolia.
COP28: China y su apetito por el carbón
Una vez más, los líderes mundiales se reúnen en una cumbre sobre el clima, mientras las esperanzas de reducir el consumo de combustibles fósiles parecen cada vez más lejanas. Específicamente, no parece haber fin al hambre de carbón de China.
Mientras los ojos del mundo están puestos en la COP28 que se llevará a cabo en Dubai en noviembre, las tensiones en torno a la eliminación gradual del carbón y el aumento del financiamiento climático para las naciones en desarrollo podrían explotar, convirtiéndose en las conversaciones climáticas más polémicas en años.
El reciente informe global sobre el clima dejó claro que los esfuerzos actuales son insuficientes para cumplir los objetivos del Acuerdo de París y evitar impactos climáticos catastróficos. Por lo tanto, la COP28 adquiere mayor importancia para fortalecer la ambición climática y garantizar la legitimidad del pacto.
Sin embargo, los obstáculos clave siguen siendo los mismos que en cumbres pasadas, incluida la resistencia de China a reducir el uso del carbón a pesar de las urgentes advertencias científicas. Mongolia, por su parte, ve con buenos ojos la preferencia de China por su carbón, con pronósticos de un repunte post-Covid que generaría necesidades récord de carbón en los próximos años.
El choque sobre la financiación climática también es un tema recurrente, con las naciones en desarrollo exigiendo mayor financiamiento y acceso prioritario, mientras que las economías líderes parecen reacias ante las elecciones de mitad de período que se avecinan.
A pesar de esto, los mayores emisores parecen dispuestos a abandonar la COP28 después de haber defendido el status quo, dejando en duda la verdadera intención de luchar contra el cambio climático. Mientras tanto, parece poco probable que los vientos de cambio lleguen a China o a Mongolia en lo que respecta al carbón.
La lucha por reducir las emisiones de carbono está lejos de llegar a su fin, y el impacto del carbón en el medio ambiente sigue generando controversia a nivel mundial.
