¿Las adolescentes húngaras beben más que las europeas? Nuevas estadísticas alarmantes.
Las adolescentes húngaras se encuentran entre las mayores bebedoras de Europa, según un artículo reciente publicado en Los tiempos basado en un nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El estudio encontró que las niñas húngaras de 15 años tienen más probabilidades de emborracharse con frecuencia que sus pares en casi todos los demás países europeos, y sólo Dinamarca y el Reino Unido muestran tendencias similares.
Esta revelación sitúa a Hungría a la vanguardia de una preocupante tendencia europea en la que las adolescentes superan cada vez más a los niños en el consumo de alcohol. Más de un tercio de las chicas de 15 años en Hungría declararon haber estado borrachas al menos dos veces, cifra significativamente superior a la media europea del 23%.
Cambiando los patrones de consumo de alcohol en Hungría
Históricamente, se consideraba que los adolescentes eran más propensos a beber en exceso, pero el informe de la OCDE destaca una reversión de esta tendencia en 12 países europeos, incluida Hungría. Este patrón refleja estadísticas europeas más amplias, donde la brecha entre las tasas de consumo excesivo de alcohol entre hombres y mujeres adolescentes se está reduciendo. Según Euronews, el consumo excesivo de alcohol entre los adolescentes húngaros fue del 44% en los niños y del 39% en las niñas, lo que indica que las diferencias de género en este grupo de edad son mucho menos pronunciadas que entre los adultos.
Los hallazgos se alinean con los resultados de un estudio húngaro publicado en Estudiantes en peligro: consumo excesivo de alcohol y factores asociados en Hungría que analizó las conductas de consumo excesivo de alcohol en 2.449 estudiantes húngaros. Este estudio encontró que el 30,5% de los estudiantes húngaros fueron clasificados como bebedores compulsivos, con una dinámica de género notable: entre los estudiantes de secundaria, las tasas de consumo excesivo de alcohol entre hombres y mujeres eran casi idénticas, pero entre los estudiantes universitarios, los hombres superaron significativamente a las mujeres.
Según una encuesta de 2019, los adolescentes húngaros consumieron alcohol por primera vez a una edad media de 13 años, y las niñas empezaron a consumir alcohol algo más tarde que los niños, a los 13,5 años.
Además, las tasas de consumo excesivo de alcohol entre los adolescentes de Hungría siguen siendo alarmantemente altas. En 2019, la proporción de bebedores empedernidos entre adolescentes y adultos fue más de tres veces mayor en Hungría, lo que coincide con los hallazgos en Eslovaquia, Bulgaria y Austria.
Influencia de los padres y normas culturales.
El informe de la OCDE subraya el papel del comportamiento de los padres en la configuración de los hábitos de bebida de los adolescentes. Esto lo corrobora el estudio húngaro, que destacó que el entorno familiar y los factores socioeconómicos influyen fuertemente en los patrones de consumo de alcohol. Las actitudes de los padres hacia el alcohol, la introducción temprana al consumo de alcohol y la normalización del consumo de alcohol en las reuniones familiares a menudo conducen a tasas más altas de consumo temprano de alcohol.
El estudio húngaro reveló que los estudiantes con peor rendimiento escolar tienen significativamente más probabilidades de beber en exceso, una correlación especialmente fuerte entre los estudiantes de secundaria. Además, se descubrió que el tabaquismo y el consumo de drogas eran los predictores más potentes del consumo excesivo de alcohol, lo que indica una cultura más amplia de conductas de riesgo entre los adolescentes.
Implicaciones para la salud
El aumento del consumo de alcohol entre las adolescentes húngaras plantea importantes problemas de salud. Las enfermedades hepáticas y otras afecciones relacionadas con el alcohol son cada vez más frecuentes entre las mujeres jóvenes en Hungría, lo que refleja las tendencias observadas en otras partes de Europa.
El consumo excesivo de alcohol entre adolescentes y adultos jóvenes a menudo tiene consecuencias más frecuentes en comparación con los adultos, incluidos riesgos notables para la salud, como resacas caracterizadas por dolores de cabeza y náuseas. También aumenta la probabilidad de encuentros sexuales no planificados y sin protección, que pueden resultar en embarazos no deseados o infecciones de transmisión sexual (ITS).
Según el estudio, el consumo excesivo de alcohol en la adolescencia también puede provocar cambios estructurales y funcionales en el cerebro, especialmente en el hipocampo, que es vital para la memoria y el aprendizaje. Los bebedores compulsivos entre los estudiantes universitarios mostraron déficits de memoria, que fueron aún más pronunciados entre los bebedores compulsivos extremos.
Dr. Gabriella Horváth, hepatóloga de Budapest, afirmó:
“Estamos viendo un aumento alarmante de enfermedades hepáticas relacionadas con el alcohol en mujeres, algunas de ellas de apenas veintitantos años. Esta es una llamada de atención para las autoridades de salud pública”.
Llamados a la acción
Los defensores de la salud instan al gobierno húngaro a implementar regulaciones más estrictas sobre la publicidad del alcohol y promover campañas de concientización sobre los peligros del consumo de alcohol entre menores de edad.
Como informamos anteriormente, el gobierno húngaro ha promulgado recientemente regulaciones más estrictas sobre la publicidad del alcohol para frenar el consumo de alcohol entre menores de edad. La ley revisada prohíbe los anuncios de bebidas alcohólicas en diversos contextos, incluso en la portada de publicaciones, la primera página de sitios web, en los cines antes de las 8 de la tarde, cerca de escuelas o centros de salud (a menos de 200 metros) y en productos diseñados para niños. Además, la publicidad visible desde espacios públicos, como escaparates, está prohibida, aunque la definición de “visible desde espacios públicos” sigue abierta a interpretación.
Mientras Hungría se enfrenta a esta preocupante tendencia, abordar los factores culturales y sociales que impulsan el consumo de alcohol entre los adolescentes será clave para revertirla. Si no se toman medidas, el país corre el riesgo de que una generación enfrente consecuencias sanitarias y sociales a largo plazo relacionadas con el abuso del alcohol.