
Las tarifas de Trump y las sanciones rusas impulsan los vehículos eléctricos chinos en Asia Central

Los autos eléctricos chinos están revolucionando el mercado de Asia Central
DUSHANBE – Con la creciente presencia de los autos eléctricos chinos en las calles de Dushanbe, la capital de Tayikistán, los taxistas locales como Tolib Raufov han encontrado una gran oportunidad. Raufov compró su primer vehículo eléctrico chino hace tres años por $30,000 y lo revendió el año pasado para comprar un modelo de BYD, el principal fabricante de autos eléctricos en China que recientemente superó a Tesla en ventas totales, por solo $21,000. Según Raufov, el precio asequible, el fuerte valor de reventa local y los ahorros en combustible han aumentado sus márgenes de ganancia como taxista.
La influencia económica de China en la región de Asia Central, que incluye a Kazajstán, Kirguistán, Uzbekistán y Turkmenistán, se está reestructurando de manera significativa. Los gobiernos de estos países están abriendo las puertas a las importaciones chinas, ofreciendo exenciones fiscales, ampliando la infraestructura verde y estableciendo nuevas fábricas para la producción local de vehículos eléctricos.
La creciente presencia de los autos chinos en la región ha generado una aceleración de las tendencias económicas y políticas, integrando aún más la región con China. Mientras que algunos países occidentales imponen aranceles para frenar las importaciones de autos eléctricos chinos, en Asia Central se está produciendo un aumento de las importaciones y la producción local de estos vehículos.
Las cifras de ventas de autos eléctricos en la región se han disparado en los últimos años, con un aumento significativo en países como Kazajstán y Uzbekistán. Los incentivos fiscales y la construcción de estaciones de carga han contribuido a este crecimiento, así como a la creación de empleo y el impulso de la economía local.
En conclusión, los autos eléctricos chinos están transformando el mercado automotriz de Asia Central, abriendo nuevas oportunidades para los consumidores, los importadores y la industria en general. La estrecha colaboración entre China y los países de la región está impulsando un crecimiento económico sostenible y una mayor integración en el mercado global de vehículos eléctricos.