¿Los inversores chinos son una amenaza para Uzbekistán? El ministerio opina lo contrario, pero ¿es así?
El viceministro de inversiones, industria y comercio de Uzbekistán ha respondido a las preocupaciones difundidas en las redes sociales sobre una supuesta «adquisición» de tierras por parte de empresas chinas. Según Ilzat Kasimov, China sigue siendo uno de los mayores inversores en la economía de Uzbekistán y atraer la inversión extranjera es fundamental para el crecimiento económico sostenible del país.
De acuerdo con la política de inversión de Uzbekistán, todos los inversores, independientemente de su origen, operan bajo las mismas condiciones legales. Kasimov destacó que Uzbekistán diversifica sus fuentes de capital atrayendo inversiones de varios países, como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Rusia, Francia, Alemania, Japón, entre otros.
El viceministro informó que la mayoría de las inversiones chinas en los últimos tres años se han centrado en la industria, no en la agricultura o los recursos de la tierra. En el sector textil, por ejemplo, solo el 4% de las inversiones chinas han ingresado en la agricultura y los inversores extranjeros no pueden comprar tierras directamente en Uzbekistán, solo arrendarlas a través de subastas abiertas por un máximo de 25 años.
Además de la industria textil, China también está invirtiendo en la fabricación de automóviles y la producción de equipos para plantas de energía solar y eólica. El ministerio enfatizó que la fuerza laboral principal en proyectos con inversión china está compuesta por ciudadanos uzbekos, y que la cooperación con China aporta tecnología, inversión y nuevos empleos al país.
A pesar de las afirmaciones del Ministerio de inversiones, industria y comercio, la creciente influencia de las empresas chinas en Uzbekistán es innegable. Aunque los números proporcionados puedan sugerir un papel menor, en la práctica, la presencia china se está haciendo cada vez más visible, generando preocupaciones legítimas sobre la dependencia económica y los intereses nacionales a largo plazo.
