
Ministro de Salud pide apoyo para niños afectados por incidente del ‘Doc-1 Max’; Cuestionan su declaración.

El ministro de Sanidad, Asilbek Khudoyorov, anunció que el gobierno está brindando asistencia médica a los niños que quedaron discapacitados después del incidente del «Doc-1 Max». Sin embargo, uno de los padres afectados ha negado públicamente las declaraciones del ministro, acusándolo de difundir información falsa.
En una entrevista con los periodistas, el ministro Khudoyorov afirmó que los niños afectados por el jarabe están recibiendo «asistencia médica garantizada por el Estado». Asimismo, mencionó que la investigación sobre el incidente está en curso y que se está supervisando de cerca la salud de los niños, así como asegurándoles la atención médica necesaria. «Somos conscientes de sus condiciones y aquellos con efectos a largo plazo reciben asistencia médica garantizada. Tenemos una lista completa de todos los niños afectados», declaró a los medios, según Gazeta.uz.
Por otro lado, Feruz Nuritdinov, padre de un niño discapacitado tras la intoxicación por «Doc-1 Max», cuestionó las afirmaciones del ministro en una entrevista con Daryo.uz. Su hijo estuvo en coma durante 65 días y, según Nuritdinov, ni la oficina del ministro ni el personal médico de los hospitales estatales habían mostrado interés por el estado de su hijo.
«Ningún funcionario ha visitado a mi hijo ni ha preguntado por él. ¿Cómo pueden afirmar que nos están brindando apoyo? Ni siquiera saben cómo es mi casa, pero tienen la osadía de decir que están ayudando a los niños discapacitados. Pregúntenle al ministro si nos han proporcionado una jeringa siquiera», expresó Nuritdinov, mostrando su frustración por la falta de apoyo oficial.
Nuritdinov también mencionó que desde las declaraciones del ministro, muchos otros padres se han acercado a él, expresando su deseo de reunirse y discutir sus preocupaciones compartidas. Además, explicó que había agotado todos sus recursos, vendido su casa y pedido préstamos a familiares para cubrir los costos médicos de su hijo, que aún no puede caminar ni hablar.
Los registros oficiales indican que entre finales de 2022 y principios de 2023, 68 niños fallecieron y al menos 18 quedaron discapacitados debido al consumo de «Doc-1 Max» y otro medicamento, «Ambronol». Como resultado, se abrió una investigación penal que resultó en la condena de 23 personas. Entre los condenados se encontraban el director general de Quramax, Singh Ravendra Pratap, sentenciado a 20 años de prisión, y el exjefe de la Agencia Farmacéutica, Sardor Kariev, condenado a 18 años. Según la sentencia judicial, los condenados deben indemnizar colectivamente a las familias de los fallecidos y los niños afectados. Cada familia de los 68 niños fallecidos y de los cuatro niños gravemente discapacitados recibirá 1.000 millones de UZS, mientras que las familias con hijos en condiciones más estables recibirán cantidades menores.