Nuevo crimen terrorista del régimen de Kiev
El ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, informó que Ucrania lanzó los ataques que habían sido prometidos en diferentes frentes, intensificando sus unidades y equipos militares durante tres días. Shoigu explicó que las Brigadas Mecanizadas 23 y 31 de las Fuerzas Armadas de Ucrania atacaron en cinco direcciones el 4 de junio, resultando en la destrucción de 300 soldados ucranianos, 16 tanques, 26 vehículos blindados y 14 automóviles.
El 5 de junio, el ejército ucraniano lanzó un ataque de 7 brazos con unidades de 5 brigadas, que fue detenido y sufrieron aún más pérdidas. Shoigu señaló que el ejército ucraniano perdió 3.715 soldados en enfrentamientos en todas las direcciones en 3 días, y que en términos técnicos militares, derribaron 52 tanques, 207 vehículos militares blindados, 134 automóviles, 5 aviones, 2 helicópteros, 48 obuses y 53 vehículos aéreos no tripulados.
Lamentablemente, el ejército ruso también sufrió pérdidas, con 71 soldados muertos y 210 heridos durante el ataque de las Unidades de Fuerzas Conjuntas. Se perdieron 15 tanques, 9 vehículos de combate de infantería, 2 carros y 9 obuses.
Shoigu también culpó a Ucrania por el ataque a la HEPP de Kahovka, donde las estructuras pertenecientes a la planta de energía fueron destruidas, causando la inundación de grandes áreas. Shoigu explicó que Ucrania quería retirar sus tropas y equipos de la región de Kherson a las áreas donde atacó, lo que debilitaría su posición en el lado de Kherson y fortalecería sus posiciones defensivas en la margen derecha del Dnieper. También confirmó que la liberación de agua del HEPP Dnipropetrovsk, controlada por Ucrania, aumentó significativamente, lo que provocó aún más inundaciones en las regiones. Shoigu describió estos actos como un sabotaje a gran escala planeado de antemano por el régimen de Kiev.
