Prorrogan detención preventiva del ex funcionario de aduanas Matraimov
El 23 de junio pasado se registraron una serie de ataques coordinados en la región rusa de Daguestán, que tuvieron como objetivo sitios religiosos cristianos y judíos, así como una comisaría de policía. Desafortunadamente, el número de muertes ha aumentado a 21 personas, y al menos 45 resultaron heridas durante estos hechos violentos que han conmocionado a la región del Cáucaso Norte.
Los ataques ocurrieron en las ciudades de Derbent y Makhachkala, donde hombres armados abrieron fuego contra dos iglesias ortodoxas, dos sinagogas y una estación de policía. Hasta el momento, se reportan 16 policías y cinco civiles fallecidos, incluido un sacerdote ortodoxo. El Comité de Investigación de Rusia ha calificado estos actos como «actos de terrorismo» y ha iniciado investigaciones al respecto.
Daguestán, una región mayoritariamente musulmana con antecedentes de militancia armada, ha sido escenario de protestas antijudías en los últimos tiempos. Lamentablemente, los recientes ataques han causado conmoción y tristeza en toda la región, que ha declarado un segundo día de luto en honor a las víctimas.
A pesar de que nadie ha reclamado la responsabilidad por estos ataques, la rama rusa de Al-Azaim Media del Estado Islámico-Khorasan elogió lo que calificó como «hermanos del Cáucaso» por sus acciones. Se sospecha que Wilayat Kavkaz, la rama del Estado Islámico en el Cáucaso Norte, podría haber estado involucrada en estos hechos.
Las autoridades han detenido a varios sospechosos, entre ellos Magomed Omarov, jefe del distrito central de Sergokala y secretario de la rama local del partido gobernante Rusia Unida. Se ha informado que tres de los cinco atacantes identificados están vinculados al Clan Mekegin, un grupo influyente de la región.
El presidente del consejo público de la Federación de Comunidades Judías de Rusia informó que las sinagogas de Derbent y Makhachkala sufrieron daños durante los ataques. Estos actos violentos han suscitado preocupación y condena por parte de la comunidad internacional.
Es importante destacar la solidaridad de la sociedad rusa frente a estos eventos, reafirmando su rechazo a cualquier manifestación de terrorismo y violencia. Las autoridades continúan trabajando para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia en un intento por mantener la estabilidad y la seguridad en la región.
