Rusia presiona a prisioneros de Asia Central para luchar en Ucrania como «fuerza desechable»
Eleman, un trabajador migrante de 24 años de Kirguistán, fue alistado en el ejército en una prisión rusa en 2023 con la promesa de libertad condicional, mucho dinero y ciudadanía rusa a cambio de seis meses de combate en Ucrania. Sin embargo, según su familia, fue enviado al frente después de solo unos días de entrenamiento.
Según su padre, Anarkul, Eleman fue obligado a permanecer en el campo de batalla incluso después de que terminara su contrato, a pesar de estar herido. Fue dado de baja a principios de este año después de sufrir lesiones graves que lo dejaron discapacitado.
Eleman es uno de los miles de reclusos en Rusia que fueron reclutados para luchar en Ucrania mientras Moscú lucha por reponer sus fuerzas agotadas y evita otra movilización impopular.
El Ministerio de Defensa de Rusia comenzó a reclutar prisioneros a principios de 2023, reemplazando al grupo mercenario Wagner. Se ha ampliado la práctica de reclutar a reclusos, incluso convirtiendo centros de detención de inmigrantes en centros de contratación.
Se ha reportado que las condiciones carcelarias son insoportablemente duras e inhumanas, con abusos físicos y psicológicos para obligar a los reclusos a unirse al ejército. No se recogen incluso los cuerpos de los prisioneros muertos en combate.
Una vez reclutados en el ejército, los reclusos son enviados al frente sin apenas entrenamiento militar, tratados como una fuerza prescindible y con poca consideración por sus vidas.
El padre de otro recluso kirguís relató que los prisioneros eran obligados a beber su propia orina después de días sin comida ni agua. Muchos de estos prisioneros son de países de Asia Central como Kirguistán, Uzbekistán y Tayikistán.
Se desconoce el número exacto de prisioneros de Asia Central en Rusia y cuántos fueron reclutados para la guerra en Ucrania. Kirguistán ha devuelto a algunos de sus ciudadanos de las cárceles rusas, pero muchas solicitudes han sido rechazadas por las autoridades rusas.
La situación de Eleman y otros trabajadores migrantes y reclusos en Rusia que son reclutados para el conflicto en Ucrania pone de manifiesto la difícil realidad a la que se enfrentan estas personas en un sistema que los utiliza sin consideración por sus derechos o bienestar.
