Ubicación: Mar de Mármara – Noticias Actualizadas
El mucílago vuelve a amenazar al Mar de Mármara
Durante una inmersión en la bahía de Erdek el 23 de octubre de 2024, se detectó la presencia de mucílago a una profundidad que iba desde los 10 hasta los 15 metros. Dos días después, el 25 de octubre, se constató que esta sustancia se había extendido hasta los 24 metros. La temperatura de la superficie del mar, que se encuentra 2 grados por encima de la media a largo plazo, es uno de los factores clave que propician la formación del mucílago.
Expertos señalan que la única forma de proteger al Mar de Mármara de esta amenaza es reduciendo la contaminación marina. A pesar de la implementación en 2021 del Plan de Acción del Mar de Mármara (MDEP), que incluía 22 medidas para combatir la contaminación, el mucílago sigue siendo un problema debido a la ineficaz aplicación de este plan.
«Es necesario tomar medidas urgentes», advierte el Prof. Dr. Mustafa Sarı, quien insta a los gobiernos central y locales a actuar de inmediato para evitar una mayor propagación del mucílago, el cual afecta negativamente a la pesca y al turismo en el Mar de Mármara. Es imprescindible detener los vertidos incontrolados de residuos industriales provenientes de fuentes como los ríos Gönen, Nilüfer y Ergene que desembocan en el mar. Se deben redefinir los límites de descarga de los ríos y aumentar las inspecciones. Es urgente tomar medidas para proteger al Mar de Mármara.
La contaminación y el aumento de la temperatura han contribuido a la aparición del mucílago, una sustancia viscosa de polisacáridos secretada por algas que utilizan nitrógeno y fósforo, cuya presencia se ve incrementada por la contaminación. Estos cúmulos de mucílago pueden extenderse kilómetros mar adentro, obstaculizando las actividades vitales de criaturas marinas como esponjas, mejillones y corales, llevándolas al hundimiento. Solo el 55% de los desechos generados por los residentes de los alrededores del Mar de Mármara pueden tratarse adecuadamente, mientras que el 45% restante se vierte al mar a través de vertidos profundos. Esta situación se agrava con la llegada al mar de fertilizantes y productos químicos agrícolas a través de los ríos, aumentando la carga contaminante que favorece la formación del mucílago.
