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Los líderes europeos critican la visita de Orban a Rusia para reunirse con Putin
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha sido criticado por los líderes europeos por su reciente visita a Rusia para reunirse con el presidente Vladimir Putin. Lo acusan de estrechar la mano «de un dictador sangriento» y de intentar «sembrar confusión» aprovechando su posición de presidencia de la Unión Europea.
Orban, conocido por sus comentarios y políticas pro-Rusia que han molestado a la UE y a Ucrania, afirmó que su objetivo en Moscú era contribuir a la resolución del conflicto entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, tanto funcionarios occidentales como ucranianos han criticado su viaje, insistiendo en que no habla en nombre de Bruselas ni de Kiev.
Los líderes europeos han dejado claro que Orban no representa a la UE ni sus posturas, y han expresado su firme apoyo a Ucrania frente a la agresión rusa. La Casa Blanca también se sumó a las críticas, calificando la visita de contraproducente para la causa de la paz y la defensa de la soberanía de Ucrania.
Tras sus conversaciones con Putin en el Kremlin, Orban afirmó que su viaje era un primer paso para restablecer el diálogo entre las partes en conflicto, aunque reconoció que las posiciones seguían muy distantes. Los funcionarios europeos y ucranianos han subrayado que Orban no tiene autoridad para negociar en nombre de la UE ni de Kiev.
Putin, por su parte, reiteró su postura de que Ucrania debe ceder ciertas regiones y retirar sus tropas para lograr la paz. La visita de Orban a Moscú generó controversia dado su historial de estrechas relaciones con Putin y su resistencia a las acciones de apoyo a Ucrania por parte de la UE y otros países.
En medio de las críticas y la desaprobación, Orban ha continuado con su agenda y ha reafirmado su compromiso de trabajar por la paz en la región. Sin embargo, las acciones del primer ministro húngaro han generado preocupación en la UE sobre la posible división interna frente a la agresión rusa.
En definitiva, la visita de Orban a Rusia ha suscitado fuertes reacciones entre los líderes europeos y ha dejado en evidencia las tensiones en torno a la política exterior de Hungría y su posición en el contexto de la crisis en Ucrania.
