Advertencia de yodo para embarazadas y niños
Advertencia sobre el «yodo» para mujeres embarazadas y niños
El yodo es un oligoelemento esencial para el funcionamiento adecuado del cuerpo humano. Se utiliza en la producción de hormonas tiroideas, que son necesarias para el correcto funcionamiento de todos los órganos del cuerpo, especialmente del cerebro.
Tanto la ingesta insuficiente como excesiva de yodo puede causar enfermedades de la tiroides. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las cantidades diarias recomendadas de yodo son de 90 μg para bebés y niños menores de cinco años, 120 μg para niños de 6 a 12 años, 150 μg para adolescentes y adultos, y 250 μg para mujeres embarazadas y en periodo de lactancia.
La principal fuente de yodo es la sal de mesa refinada y yodada. Por lo tanto, se recomienda utilizar este tipo de sal en casa. No se recomienda el consumo de sales no refinadas, sales gourmet u otros alimentos que contengan yodo de forma natural o artificial.
La deficiencia de yodo es especialmente perjudicial para las mujeres embarazadas. Durante el embarazo y la lactancia, las necesidades diarias de yodo aumentan a 250 μg y no pueden ser satisfechas solo con sal yodada. Por lo tanto, se recomienda tomar suplementos de yodo entre 100 y 150 μg al día durante el embarazo y la lactancia. En casos donde se restrinja el consumo de sal, se deben tomar entre 200 y 250 μg de suplemento de yodo al día.
La deficiencia de yodo en los niños también es preocupante, ya que puede causar retardos mentales, sordera y baja estatura. Se ha demostrado que los niños que viven en áreas con deficiencia de yodo tienen una puntuación de inteligencia 13 puntos más baja.
Es importante que las mujeres embarazadas y las personas con deficiencia de yodo consulten a un especialista en endocrinología y enfermedades metabólicas para recibir el tratamiento adecuado y seguir un plan de tratamiento específico.
En resumen, es fundamental garantizar una ingesta adecuada de yodo para la salud de las mujeres embarazadas y los niños. Se recomienda el uso de sal de mesa refinada y yodada, así como la consulta con especialistas en caso de deficiencia de yodo.
