Delicias con paisajes impresionantes: ¿Te gusta un lángos húngaro junto a un glaciar islandés?
Un húngaro ambicioso e inspirado, Dániel Balogh, abrió un bufé húngaro especial en Islandia con su pareja. Sirven sopa gulash y lángos, este último con una gran variedad de opciones de aderezo, tanto salado como dulce. El encantador restaurante sigue siendo un negocio familiar, que ofrece sabores tanto tradicionales como nuevos. Si bien muchos húngaros visitan la fábrica de Lángos, los islandeses también disfrutan de esta delicia de masa frita.
Un sueño hecho realidad
Seguro que te apetece un tentempié delicioso después de una larga caminata cerca de un glaciar islandés. ¿Quién habría pensado que podrías comer un lángos húngaro tradicional en un entorno así? Según informa el diario The Sun, Dániel Balogh y su pareja han abierto un bufé húngaro especial en Islandia. Dániel visitó la isla por primera vez inspirado por un compañero colombiano de su trabajo en un barco fluvial y empezó a trabajar como chef en este asombroso país. Sin embargo, su ambición siempre fue crear su propio negocio, lo que logró hace tres meses con el lanzamiento de Lángos Factory junto con su pareja, Sara Ósk Rúnarsdóttir.
Inauguración de la Fábrica Lángos
Dániel encargó un remolque a Rumanía el año pasado, lo equipó con muebles y utensilios de cocina en Hungría en una semana y lo envió desde Ámsterdam a Islandia. Sin embargo, se enfrentó a desafíos inesperados más allá de la logística, como adaptar su receta de lángos a los ingredientes locales, y finalmente descubrió que el queso islandés sin lactosa funcionaba mejor en lugar del queso trapense.
Dániel y su socio introdujeron una oferta única en la escena de la comida callejera de Islandia, donde predominan el fish and chips, la pizza y los hot dogs. Sus lángos húngaros (masa frita con aderezos fríos) suelen confundir a quienes los comen por primera vez, algunos de los cuales los confunden con pizza. A pesar de esto, Dániel descubre que el amor de los islandeses por la comida frita los ha ayudado a adoptar su cocina.
Los clientes húngaros son habituales
El tráiler de comida húngara en Islandia, dirigido por Dániel y Sara, atrae no solo a los lugareños, sino también a un flujo constante de clientes húngaros, con alrededor de 2 o 3 visitantes diarios. Con aproximadamente 1.500 húngaros viviendo en Islandia, la noticia se ha extendido a través de los grupos de Facebook, atrayendo a la gente a este lugar único para comer. El restaurante funciona todos los días, excepto cuando hace mucho tiempo, y a pesar de que hasta ahora solo tienen experiencia en verano, esperan atraer a más visitantes durante el invierno.
Una experiencia deliciosa
Su menú, que incluye ingredientes de calidad a precios asequibles, ha recibido comentarios positivos hasta ahora. Un plato clásico de queso y crema agria cuesta 2.100 coronas islandesas (13,9 euros). Sin embargo, las opciones van mucho más allá de los clásicos lángos de queso y crema agria. Por ejemplo, el menú incluye opciones tradicionales, veganas y de langostinos. ¿Te gustan los dulces? No te preocupes, también hay una gran variedad de opciones de coberturas dulces: malvaviscos, Nutella y rodajas de plátano. Suena de ensueño, ¿no? Dániel y su novia manejan el negocio ellos mismos, conduciendo 40 minutos cada día hasta el encantador restaurante. Encuentran este viaje diario como un momento de paz para ordenar sus pensamientos y prepararse para el día que les espera.
