El Círculo Luminoso: Iluminando el Mundo
Hoy se encendió la cuarta vela de la corona de Adviento, que brilla con la luz del amor y representa a San Juan Bautista. En este día, los católicos encienden una vela violeta y los protestantes una vela roja. El Adviento es un tiempo de expectación y preparación para la llegada del Señor.
En la liturgia, el color del Adviento es el morado, excepto en el tercer domingo donde se permite el rosa. La palabra «Adviento» proviene del latín «adventus Domini», que significa la venida del Señor. Originalmente, solo se celebraba un domingo de Adviento, pero en el siglo VII el Papa Gregorio Magno estableció cuatro domingos, y en 1570 el Papa Pío V hizo obligatorio este tiempo en la Iglesia Católica.
La corona de Adviento es un símbolo tradicional, hecha de ramas de abeto y con cuatro velas, una para cada domingo. Esta costumbre se remonta al siglo XIX y simboliza la luz que trae Jesús al mundo, representando la fe, la esperanza, el amor y la alegría. Las coronas suelen ser bendecidas en las iglesias el primer domingo de Adviento.
El Adviento también está lleno de diversas costumbres populares, como arrancar ramas de cerezo en el día de Santa Bárbara o escribir nombres en papeles en el día de Lucía. El calendario de Adviento, que busca preparar a adultos y niños para la Navidad, ha evolucionado en la actualidad a un calendario de diciembre con chocolates detrás de cada puerta.
En este tiempo de Adviento, la cuarta vela ilumina el mundo y nos recuerda la luz pura de la estrella que guió a los Reyes Magos hasta Belén. También nos invita a reflexionar sobre el mensaje de amor y paz que trae consigo el nacimiento de Jesús. Este periodo nos invita a seguir el camino marcado por la luz de la Estrella de Belén y a preparar nuestros corazones para recibir al Salvador.
Fuente: hirado.hu, mult-kor.hu.