El Papa declara desaparición de la voz por la paz en Hungría
El Papa Francisco ofreció un discurso en el monasterio carmelita de Budapest, en compañía de la presidenta Katalin Novák y del primer ministro Viktor Orbán. En su disertación, el pontífice hizo hincapié en la importancia de encontrar la paz a través de políticas que antepongan el bienestar de todas las personas, especialmente los pobres y las futuras generaciones. El Papa también destacó la importancia de Europa como un agente de unidad, capaz de reunir a aquellos que han estado separados y acoger a los pueblos. En sus palabras, “la vocación del continente es reunir a los que han sido separados, acoger a los pueblos y no tener a nadie para siempre como enemigo”.
Asimismo, el Papa Francisco habló de la necesidad de redescubrir el “alma europea” que permita a los distintos países y culturas unirse en lugar de generar más divisiones. En ese sentido, citó la redacción de la Ley Fundamental húngara como un ejemplo de este espíritu. El Papa también hizo una llamada a la sana secularización, que no debe confundirse con el laicismo extremo, sino más bien como una forma de mantener un equilibrio entre la religión y el poder político.
El tema de la inclusión también estuvo presente en el discurso del pontífice, quien se refirió a la necesidad de abordar el problema de manera colectiva y sin demora, ya que tarde o temprano sus efectos afectarán a todos. En este sentido, el Papa llamó a desarrollar un camino común, seguro y legal para afrontar el desafío de la inclusión y generar un futuro común.
Antes de su discurso, el Papa Francisco firmó el libro de visitas del Palacio de Alejandro, expresando su condición de peregrino y amigo de Hungría, un país con una rica historia y cultura. Asimismo, en su mensaje, el pontífice hizo una referencia a la unidad y la solidaridad en Europa, llamando a su continuidad como una casa de paz y acogida.
