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La osteoporosis es una enfermedad que afecta a los huesos y que a menudo se asocia con el envejecimiento. Sin embargo, también existen factores genéticos que pueden causar osteoporosis en edades más tempranas. Esta enfermedad se caracteriza por la pérdida ósea, especialmente después de la menopausia, lo cual puede provocar fracturas en las vértebras y la reducción de la altura.
Existen varios factores que pueden aumentar el riesgo de osteoporosis, entre ellos encontramos la edad, siendo más común en personas mayores; el género, siendo las mujeres más propensas que los hombres; y antecedentes familiares, es decir, si hay casos de osteoporosis en la familia. Otros factores de riesgo incluyen una dieta desequilibrada baja en calcio y vitamina D, el sedentarismo, el consumo de tabaco y alcohol, una estructura corporal débil, cambios hormonales, el uso prolongado de corticosteroides y problemas del sistema inmunológico.
Para protegernos contra la osteoporosis, es importante realizar ejercicio regularmente, llevar una dieta equilibrada con suficiente calcio y vitamina D, evitar el consumo de tabaco y alcohol, y reducir el riesgo de caídas. También se recomienda realizar controles médicos periódicos y, si es necesario, someterse a pruebas de densidad ósea.
La alimentación juega un papel fundamental en la salud ósea. Consumir regularmente alimentos ricos en calcio, vitamina D, vitamina K, magnesio y fósforo puede contribuir positivamente a la salud ósea. Además de los lácteos, existen otros alimentos como el pescado gris, como el atún, las sardinas y el salmón, que son buenas fuentes de calcio y vitamina D. También encontramos vegetales como el brócoli, el repollo y el nabo, que son ricos en calcio, y otros como los tomates, las espinacas, las alcachofas y las naranjas, que aportan potasio, vitamina K y vitamina C.
Es importante limitar el consumo de cafeína, presente en el café, el té y las colas, ya que un consumo excesivo puede provocar osteoporosis. También se deben evitar alimentos ricos en grasas y sodio, así como un consumo excesivo de proteínas, ya que esto puede afectar la absorción de calcio.
En conclusión, es fundamental tomar medidas para cuidar nuestra salud ósea y prevenir la osteoporosis. Esto incluye llevar una alimentación balanceada, realizar ejercicio regularmente y evitar hábitos perjudiciales como el consumo de tabaco y alcohol. Recordemos que nuestros huesos son la base de nuestra movilidad y deben ser cuidados desde temprana edad.
