La sanción de la UE: medida de venganza según Bruselas
Bruselas presiona fuertemente a Hungría para cambiar su política migratoria
Según Zoltán Lomnici Jr., asesor jurídico de la Fundación Századvég, Bruselas está ejerciendo una fuerte presión política sobre Hungría, exigiendo un cambio en su política migratoria como una especie de exigencia política con carácter jurídico. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha condenado a Hungría a pagar 200 millones de euros.
Esta presión política se manifiesta a través de una multa significativa impuesta a Hungría, con la intención de chantajear al país para que modifique su política migratoria. Como mencionó Lomnici Jr., la UE no está dispuesta a aceptar el rechazo firme de la migración por parte del gobierno y el pueblo húngaros.
El TJUE ha condenado a Hungría por incumplir la legislación de la UE en temas de protección internacional y devolución de nacionales de terceros países que residen ilegalmente en la UE.
El secretario de Estado parlamentario del Ministerio del Interior, Bence Rétvári, consideró esta decisión como una venganza de Bruselas y la calificó como injusta e indignante para los húngaros. Rétvári destacó que Bruselas no está dispuesta a aceptar que el pueblo húngaro rechace el reasentamiento masivo de inmigrantes ilegales.
En medio de esta controversia, Hungría se mantiene firme en la defensa de sus fronteras y en su postura frente a la migración. La multa impuesta por la UE ha generado indignación en el país y ha generado críticas hacia Bruselas por su falta de respeto hacia las decisiones soberanas de los estados miembros.
En conclusión, la presión política y la multa impuesta a Hungría por parte de la UE han generado un debate acalorado en el país y han puesto a prueba las relaciones entre Hungría y las instituciones de la Unión Europea.
