Hungría

Segundos para el desastre: ¡Cómo el vuelo 801 de Wizz Air casi colisiona con una montaña en Budapest!

El 10 de noviembre de 2016, el vuelo 801 de Wizz Air sufrió un accidente casi fatal cerca del aeropuerto NIS en Serbia. El vuelo fue un vuelo de servicio desde Budapest, con solo equipo y azafata a bordo. Era la primera vez que el capitán y el primer oficial volaban a este aeropuerto, lo cual representaba un desafío en sí mismo.

En los momentos críticos, la falta de comunicación entre los dos pilotos, la configuración defectuosa del sistema de vuelo y un malentendido de la situación provocaron que el avión descendiera a una altitud peligrosamente baja, directamente hacia una montaña de casi 1,000 metros de altura.

Durante el proceso de aproximación, el control del tráfico aéreo instruyó a los pilotos a ejecutar un procedimiento de aterrizaje diferente al programado originalmente. Durante esta reprogramación, la computadora de vuelo agregó un giro no deseado de 360 grados a la ruta, que la tripulación ignoró. El primer oficial luego estableció por error la altitud de descenso a 1000 pies (305 metros), cuando la montaña en su camino tenía 3100 pies (945 metros) de altura. El capitán se dio cuenta del peligro, pero era demasiado tarde, la alarma de proximidad les advirtió en voz alta: “¡Terreno por delante! ¡Levantar!»

De acuerdo a Mirada, ambos pilotos reaccionaron de inmediato, pero de manera inapropiada. Intentaron evitar una colisión al retirar simultáneamente los tornillos del palo, pero fueron lentos para aplicar el empuje máximo requerido en tal situación. Como resultado, el avión comenzó a subir abruptamente, pero su velocidad se redujo drásticamente, lo que podría haber resultado en un vuelco. Afortunadamente, el sistema de control de vuelo automático detectó la velocidad peligrosamente baja e inmediatamente cambió los motores a la máxima potencia, evitando una catástrofe.

Los pilotos no redujeron la potencia a tiempo, por lo que en lugar de los 4,300 pies requeridos (1310 metros), subieron a más de 7,000 pies (2134 metros), lo que estaba significativamente fuera del plan de vuelo. Aunque finalmente aterrizaron de manera segura en el aeropuerto de NIS, esta maniobra acercó al avión a un accidente que nunca llegó a ocurrir.

La respuesta de Wizz Air y las lecciones de la investigación

La investigación interna de Wizz Air reveló que los pilotos cometieron una serie de errores graves: no se informaron adecuadamente sobre el control de la aeronave, utilizaron configuraciones de altitud incorrectas y no se comunicaron claramente en situaciones críticas. El capitán no había podido descansar adecuadamente el día anterior, mientras que el primer oficial no había volado durante más de 10 días, factores que pueden haber contribuido a los errores.

En una declaración oficial, Wizz Air indicó que la seguridad era una prioridad e inmediatamente después del incidente, las lecciones aprendidas se incorporaron a la capacitación de pilotos. El personal en cuestión ha recibido capacitación adicional, incluso en los centros de simulación en Budapest y Roma. Wizz Air también ha compartido las lecciones aprendidas del incidente con todos sus pilotos para garantizar que no ocurra un error similar en el futuro.

El incidente del vuelo 801 es un claro ejemplo de las consecuencias de la falta de comunicación y la mala toma de decisiones en una aeronave. Sin la intervención de la suerte y la automatización, el incidente podría haber terminado en tragedia. Los eventos destacan el papel clave de la capacitación continua y los procedimientos de seguridad para las aerolíneas para evitar accidentes.

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Esta noticia fue tomada de esta fuente y eescrita por inteligencia artificial..

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