Un país prohíbe las bebidas energéticas
El gobierno español está implementando medidas para prohibir alimentos ultra procesados y bebidas energéticas en las escuelas primarias y secundarias, con el objetivo de combatir la obesidad infantil. Hungría también ha tomado medidas similares con respecto a las bebidas energéticas, restringiendo su consumo para los adolescentes.
En España, un nuevo decreto aprobado en Madrid obliga a todas las escuelas del país a ofrecer al menos cinco comidas nutritivas, variadas y saludables cada semana a los alumnos. Se prohíben los alimentos fritos, pasteles industriales, bebidas azucaradas y energéticas, y alimentos precocidos en los comedores y máquinas expendedoras. El enfoque se centra en productos frescos y de temporada, fomentando la alimentación local.
Un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en España alertó sobre el contenido de cafeína en las bebidas energéticas, señalando que muchas de ellas superan la ingesta diaria recomendada. Estas bebidas suelen consumirse principalmente por adolescentes, lo que ha generado preocupación por los efectos adversos para la salud, especialmente cuando se combinan con alcohol.
En Hungría, parlamentarios han anunciado una propuesta para restringir el consumo de bebidas energéticas para menores de 18 años, tras registrar numerosos casos de enfermedades y síntomas adversos asociados con su consumo. La medida busca proteger la salud de los jóvenes y prevenir efectos negativos en su desarrollo.
Ambos países están tomando acciones decisivas para promover hábitos alimenticios más saludables y proteger la salud de sus ciudadanos, especialmente de los niños y adolescentes. Estas medidas reflejan la preocupación por el aumento de la obesidad y los riesgos para la salud asociados con el consumo de alimentos procesados y bebidas estimulantes.
